La esclavitud permitida de mujeres y niñas
¿Qué ocurre con la voz de las mujeres pobres, migrantes o
secuestradas?, ¿no tienen ellas derecho a ser escuchadas?, ¿no tienen ellas
derecho a ver garantizados los Derechos Humanos que se le suponen inalienables?
febrero 27, 2018
Virginia García
¡Los Derechos Humanos son inalienables, e irrenunciables!
Una persona no puede renunciar a su libertad y someterse de forma voluntaria a
los mandatos de otra ya que, los Derechos umanos también son intransferibles.
Forman parte de la esencia de la persona por lo que no son susceptibles de ser
debatidos sino que deben garantizarse.
Pero, en la práctica, esto es así solo para los seres
humanos de sexo masculino porque cuando se trata de las mujeres, esos seres
humanos de tercera categoría, no solo no están garantizados sino que se debaten
y se frivoliza sobre ellos continuamente.
Existe actualmente un debate acalorado en las redes
sociales, en algunos debates televisivos y en las sedes de algunos partidos
políticos, sobre si debemos o no regular la prostitución como un derecho de las
mujeres a renunciar a nuestros Derechos Humanos en favor de terceros a los que
se les otorgará el derecho de pagar para utilizar nuestros cuerpos con el fin
de satisfacer todos sus deseos sexuales. Según nos dicen, regular, nos convertirá en trabajadoras sexuales con
todas las garantías y derechos que tenemos en otras profesiones, es decir, que
estaremos 8 horas al día haciendo felaciones, sexo anal o cualquier otro
capricho del amable cliente de turno por un salario medio de 1000€ con mucha
suerte.
Las mujeres, hartas de ser convidadas de piedra en los
debates sobre nuestros derechos, le hemos plantado cara al patriarcado
capitalista, pero éste, muy hábil y experimentado y sobre todo poderoso, ha
convencido a algunas mujeres a alzar su voz en nombre de todas, pero dirigidas
por ellos.
Y han conseguido que la voz de las mujeres prostituidas sea
la voz de unas pocas, que dicen ser felices en el sistema prostituyente y que
exigen un convenio colectivo como cualquier otra trabajadora.
¿Y qué ocurre con la voz de todas las demás mujeres? Las
pobres, las migrantes, las secuestradas. ¿No tienen ellas derecho a ser
escuchadas? ¿No tienen ellas derecho a ver garantizados los Derechos Humanos
que se le suponen inalienables?
LAS MUJERES SIN VOZ TIENEN TAMBIÉN DERECHO A SER ESCUCHADAS.
Según publicaciones de la Asociación para la Prevención,
Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (APRAMP), basada en informes de
la ONU , de la Organización Internacional de las Migraciones (IOM) ,
Organización Internacional del Trabajo (OIT) 100.000 mujeres y niñas entran
cada año en los países de la UE con el fin de ser explotadas sexualmente.
Vienen de países en guerra o de países pobres. Son secuestradas o engañadas
para ser prostituidas. España es uno de los principales países de destino de
personas víctimas de la explotación sexual. Nos encontramos en la lista de los
10 países más populares para el turismo sexual, Según Apramp y Anesvad
¿Nos imaginábamos a nuestra querida España en la misma lista
que países como Thailandia, Brail o Indonesia? Estoy convencida de que muy
pocas pensábamos que a nuestro país vienen puteros y pederastas de otras partes
del mundo por ser un conocido destino de turismo sexual. Esto significa que hay
mujeres y niñas a bajo precio y facilidad para acceder a ellas. Y ¡cómo no!
Existe una alegalidad que beneficia a puteros y proxenetas.
La ONG Anesvad, afirma, basada en diversos estudios, que
ocho de cada diez mujeres prostituidas en España, lo hacen contra su voluntad.
Según Naciones Unidas el 90% de las prostitutas son esclavas
sexuales del S.XXI
¿Donde están las voces de estas mujeres en los debates sobre
la prostitución?
Hoy día hablar de prostitución es hablar de trata de mujeres
y niñas, de las que no tienen voz, de las que nadie habla y de las que nadie se
responsabiliza.
En un país como Thailandia, por 100 euros puedes comprar una
esclava sexual de la edad que quieras, en España por ese precio puedes
alquilarla por media hora.
Otra cuestión que nos tratan de ocultar, es que el 27% de
las víctimas de trata son menores de quince años según Naciones Unidas se ha reducido la edad porque cada vez los
consumidores puteros las reclaman más
jóvenes. ¿Acaso no son ellos los que pagan? Pues como en cualquier otro
servicio el que paga manda y exige lo que quiere comprar.
Al resto de la sociedad el tema de la prostitución le es
ajeno. Es un problema de otras, de las hijas de otras, de países pobres que nos
no nos importan. Pero no es del todo cierto. También hay esclavas sexuales
españolas y menores españolas captadas para la prostitución.
En 2016 la UCO desarticuló, en la llamada operación
simpático, una red de trata de menores españolas captadas en Huelva para ser
prostituidas en Galicia. A esas niñas las drogaban a la fuerza para mantenerlas
dóciles y poder explotarlas sexualmente. Gracias a una de las niñas que logró
esconder su teléfono móvil y llamar a su madre, se pudo desarticular esa red.
¿Cuántas redes de prostitución infantil
habrá que nunca conoceremos? ¿Cuántas niñas desaparecidas estarán en manos de
esas redes viviendo un infierno?
No hemos podido escuchar la voz de estas niñas hablando
sobre la prostitución. Sin embargo,sí que hay muchos testimonios de
supervivientes al sistema prostituyente que son ignoradas, que no participan en
los debates políticos para determinar si su esclavitud debe legalizarse.
Karla, fue captada en México a sus 12 añitos y para no
enfadar a su proxeneta tenía que
soportar, al menos 30 hombres al día. Cuenta que fue violada por un
total de 43.000 hombres hasta sus 16 años. Hoy es ya una mujer adulta que
recorre el mundo intentando concienciar a la sociedad que la prostitución no es
otra cosa que esclavitud para las mujeres y niñas.
El infierno de Karla es el que viven la mayoría de las
mujeres y niñas que están siendo prostituidas, pero solo escuchamos a las
minorías, a ese otro 10% que afirma ser prostituta, que no prostituida, porque
le da la gana, y pretenden que por ellas legalicemos la esclavitud del 90%
La prostitución es un negocio millonario, el tercer negocio
más rentable del mundo. Por eso nuestro gobierno no la combate, no la ilegaliza
y no la reconoce como la violencia machista que es.
Los medios de comunicación tradicionales, esos que se han
llenado los bolsillos anunciando el proxenetismo,nos hablan de los derechos de
las trabajadoras sexuales y les dan voz a las minorías, haciéndonos ver que hay
diferencias entre la prostitución y la trata. Pero no las hay. Hay historias
como la de Sonia Sánchez, que entró en el sistema prostituyente a los 15 años,
cuando estaba durmiendo en la calle y comiendo lo que conseguía en los cubos de
basura, y un día descubrió que si quería comer y ducharse todos los días, tenía
que ser violada todas las noches. Posteriormente fue engañada para trabajar en
club, en el que se suponía iba a ganar dinero para poder dejar ese modo de
vida. Su bienvenida, su bautismo, fue la violación grupal de 25 hombres durante
12 horas que la llevó a un hospital en el que le curaron las heridas de su
cuerpo. Porque las del alma, esas, no tienen cura. Siguió obligada a
prostituirse hasta que logró escapar.
Actualmente, Sonia se dedica a dar charlas para concienciar
a la población sobre lo que es la prostitución.
Y ahora yo os pregunto. ¿Alguna mujer quiere voluntariamente
vivir la vida de Sonia?¿Alguna de vosotras o vosotros quiere para su hija la
vida de Karla?
Ninguna persona sana mentalmente responderá sí a ninguna de
estas dos preguntas.
Nadie quiere ser esclava, nadie quiere ser puta como nadie
quiere ser pobre. Así que no podemos seguir mirando para otro lado, debemos
luchar y exigir a la clase política que renonozca la prostitución como la
violencia machista que es y trabaje para abolirla como ha hecho Suecia.
Debemos de hacernos fuertes frente al patriarcado y dejarle
claro que las mujeres tenemos los mismos derechos humanos que ellos y que deben
de garantizarse y no debatirse.
https://contrainformacion.es/la-esclavitud-permitida-de-mujeres-y-ninas/